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/Una nueva experiencia con caballos

Por: Helkin Hernandez

Title. Double click me.

En una pesebrera de 4 x 4 metros son criados los caballos de competencia de alto rendimiento. Entrenados para saltar, correr o exhibirse en ferias por toda Colombia, los caballos son exigidos al máximo para el disfrute y goce del hombre. Nuca se detiene a pensar en la vida y el confort del caballo.

Caballos Formadores es una academia de equitación ubicada en Tenjo, Cundinamarca en donde niños y adultos de todas las edades interactúan con caballos en un trabajo terapéutico. Tiene como objetivo mejorar la vida de niños con problemas motrices, metales o físicos, y con adultos realizan terapias con acompañamiento de un coach para mejor su vida buscando un equilibrio emocional.  

 

 

Pero en esta academia no solo cambian la vida de niños y adultos, sino también la de los caballos. Tiene una nueva perspectiva y una innovadora filosofía de crianza del caballo. Para Fernando Gaviria, promotor de esta iniciativa, “los caballos solo necesitan libertad, comida y compañía”.

 

Los caballos viven en porteros amplios con grandes pastizales, donde puede correr y moverse a su displicencia. Se les ve tranquilos, sin ninguno maltrato físico o exigencia. Siempre están en compañía de otro animal, conviven juntos y se cuidan entre sí. “Lo que se busca es rescatar su propia naturaleza que se ha perdido con la doma moderna del caballo”, explica Luisa Gaviria, profesora del centro de formación. 

Los caballos, aparte de alimentarse de pasto, complementan su nutrición con heno. Una paja seca, económica y muy nutritiva para el animal. 

 

 En lo posible el caballo debe estar libre, sin ninguna presión, no se le amarra con fuerza ni con agresividad. “Si se crea una conexión con el caballo y no se le maltrata no hay necesidad de sujetarlo, él mismo te va a seguir y van a compartir los dos sin exigirle, ni obligarlo” comenta Fernando. 

La academia ofrece coach con caballos por medio de Ilse Rodríguez, una administradora de empresa de la Universidad de los Andes que se especializó en esta área para trabajar con personas que necesitan  asistencia y acompañamiento en su vida personal

Se limpia al caballo antes de ensillarlo, con mucho cuidado y sin tener que invadirle su espacio. 

El caballo no puede sentir ningún dolor, debe estar tranquilo. En esa medida, ellos consideran que el caballo no debe ser herrado, pues si bien es una protección para los cascos del caballo en pisos de asfalto, en pisos blando, como tierra, pasto o arena, no hay necesidad de calvarle unas puntillas en sus pies y manos. Explica Fernando.  

El cabezal del caballo no debe tener “filete” (frenillo dentro de la boca del caballo, con el que normalmente se controlan la dirección del caballo), ni apretar sin necesidad demasiado la silla. Según Luisa, la conexión que debe haber con el caballo permite que con cualquier estimulo el animal responde a las órdenes de quien lo monta. 

Esta nueva filosofía en la crianza del caballo busca que el animal vuelva a su estado natural, que no se convierta en un instrumento para el ser humano, sino que juntos (Hombre y Caballo) construyan una conexión y se conforme un grupo para ayuda de niños y adultos. Ilse cometó que esta iniciativa es única en Colombia y Latinoamérica, cada vez está cogiendo más fuerza para terapia y coach con muy buenos resultados en los que han asistido a esta innovadora iniciativa.  

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